La familia Espino migra a Estados Unidos persiguiendo sus sueños de una vida mejor. Y con ellos llevan al inolvidable Porfirio. Este es pequeño, peludo, suave, burro por dentro y por fuera. Y no un burro cualquiera: un integrante más de la familia.
Manuel, el hijo de los Espino, quiere enseñarle a leer a Porfirio. ¿El animal logrará descifrar sonidos, vocales y consonantes?
Esta es una tierna y entretenida historia que nos permite conocer las vicisitudes de los migrantes, la magia de las palabras y la maestría de Eduardo González Viaña, un liberteño universal.