«Digno heredero de la vieja tradición castellana, del ingenio irónico, mordaz y burlón de don Francisco de Quevedo, en este satírico poemario, compuesto en décimas de pie forzado, Víctor Andrés aborda nuestro ser más profundo, esa gracia popular que irradia nuestras costumbres y canta, en un intenso diálogo con el lector, el perpetuo desafío de todo hombre…».
Elqui Burgos.